Effy me parió 
Con su vientre trans sirenaico, judeoateo y bisexual,
Como si fuera su última performance.
Madre artificio, arte efímero,
Effy me dió a luz, sin siquiera saber mi nombre.
Desnuda con mi cuerpo-obra, cubierta en sangre me
arrastré hasta ella y la miré a los ojos. Le di las gracias
y le di un beso en la frente.
Y de pronto desapareció. Se esfumó por los aires como
una energía en transición, cómo agua que se convierte
en vapor para poder seguir existiendo.
Allí quedé yo, como obra expuesta sin curaduría.
Colgada en la pared, esperando una señal.
No encontraba señales de ella. No encontraba su tacto,
no encontraba su olor, no encontraba su esencia.
Hasta que me miré en un espejo y de pronto lo ví. Todo
este tiempo, Effy estuvo ahí. En mis heridas, en mis
marcas, en mi dolor. Effy está en la sangre, y recorre
mis venas.
Y nunca me va a dejar, y yo nunca la voy a dejar. Viviré
con ella y ella vivirá conmigo.
Y algún día,
Después de atravesar mis dolores, mis penas, mis
alegrías y éxitos, yo también daré a luz.
Y esa criatura crecerá repleta de luz,
Y los destellos de oscuridad se habrán escrito en la
memoria de manera sutil pero fuerte.
como una pequeña lágrima que se transforma en hielo
para poder seguir existiendo.
Y como ella hubiera querido, algo se habrá
transformado.